La práctica de la apicultura es todo un mundo que conlleva poseer un conocimiento pleno de las abejas, su comportamiento, proceso de elaboración de la miel y la estructura del propio panal.
El hombre ha contribuido a controlar en buena medida los ambientes reproductores de las abejas. Esto con miras a obtener cultivos de miel accesibles y acorde a las necesidades de consumo y mercadeo de la misma.
Gracias a esta intervención no invasiva y bien desarrollada del ser humano pueden desarrollarse diversas producciones como la miel de tomillo o romero, por solo nombrar dos, que resultan exquisitas y muy beneficiosas para la industria gastronómica, cosmética y medicinal.
Diseño de colmenas fijas y movilisticas
Algo en lo que le hombre ha intervenido creando espacios ideales para las abejas es el en la construcción de los espacios para que se instale una colmena de abejas.
Estas viviendas artificiales han permitido a los apicultores contar con todo el sistema social de las abejas y poder ubicar a su conveniencia estos espacios a fin de aprovechar el entorno natural donde libarán las abejas y poder así producir variedad de mieles según la zona: miel de castaño, miel de níspero, miel de brezo o de variedades más aromáticas como la miel de tomillo.
A nivel externo, los apicultores han empelado diversas tendencias de diseño, algunos modelos como reales joyas arquitectónicas que representan verdaderos palacios para las abejas. A nivel interno su composición suele ser más básica, pero práctica y fundamental.
Un buen diseño del panal solo requiere una base de apoyo con un buen acceso de las abejas o piquera. Contar con un adecuado ambiente como cámara de cría. Poseer las dimensiones adecuadas para las alzas o zona de depósito de miel con su respectiva tapa para hacer un ambiente controlado, íntimo y adecuado en relación a su climatización.
La dulce recompensa en la cría de abejas: miel de tomillo
La calidad de la miel depende de las condiciones del panal y al contar este con factores ideales como humedad, temperatura y espacio se podrá contar con una colmena que viva y trabaje en condiciones ideales para una producción de calidad.
La libación del néctar de las flores permite a las abejas que conjuntamente con otras enzimas y procesos propios de su trabajo en la colmena (viento y ubicación, por ejemplo), conviertan esto en la miel que tanto ellas como nosotros utilizamos.
El tomillo, que en realidad pertenece a una amplia familia de la especie Thymu, es una planta aromática que por sus propiedades no solo queda en esa categoría.
Se conoce la miel de tomillo desde la antigua Grecia y actualmente el producto venido desde esas zonas constituye uno de los más costosos del mundo.
Características de la miel de tomillo
Esta es una miel de color suave y muy aromática, conservando justamente la intensidad de la planta de la que procede de nombre Thymus vulgaris.
Al igual que la miel, el tomillo posee propiedades digestivas, descongestionantes, así como beneficiosas para la mente.
Ideas finales
Dada la importancia para el ser humano y la maravillosa simbiosis entre el hombre y la abeja, podemos gozar hoy día de la deliciosa miel en todas sus variantes. Apreciar el trabajo de las colmenas, como uno de los mejores de la naturaleza ayudará a valorar más el trabajo del apicultor, de las abejas y de los maravillosos productos que obtenemos de ellas.