Disminución de construcción de pozos

La más alta y precisa tecnología está hoy en día al servicio de la construcción y en cada sector de esta sociedad, sin embargo el ser humano ha ido cubriendo sus necesidades con las herramientas y tecnologías oportunas, como es el caso de la construcción de pozos, que comenzaron con simples perforaciones de tierra, pasando por pico y pala y hoy en día se construyen con maquinaria de alta precisión.

Lo curioso en cuanto a la construcción de pozos, reside en que a medida que ha avanzado la tecnología para aumentar precisión, calidad y disminuir tiempos de construcción y en las perforaciones, también ha disminuido la necesidad de la construcción de pozos, ya que las necesidades de obtención de agua se han ido paliando a través de otros sistemas sustitutivos de los pozos.

Las principales razones por las que existe actualmente una disminución en la construcción de pozos son por un lado el éxodo desde las zonas rurales y más aisladas de grandes ciudades, llevando esto a la concentración de la población disminuyendo así la creación de nuevas viviendas y cultivos de regadíos en zonas vírgenes.

Por otro lado, la construcción de pozos se ha visto disminuida por una industrialización en los procesos de extracción de agua hacia las grandes urbes siendo más rentable y viable en la mayoría de las ocasiones un trasvase desde pantanos que la construcción de pozos mediante perforaciones

Legislación para pozos de agua

La principal ventaja que nos ofrecen las perforaciones y sondeos para pozos es conocer si podemos aprovechar el agua de manantiales subterráneos y acuíferos. Éste es solo el primer paso para ver la viabilidad en la construcción de pozos. Una vez conocido si en nuestra parcela es posible disponer de ese agua, es necesario reconocer si esa agua es suficiente para cubrir nuestras necesidades, ya sea consumo animal, regadío, para llenar una piscina o simplemente consumo humano. Esto no acaba aquí, si encontramos agua y es suficiente para nuestras necesidades, debemos rastrear y tener conocimiento si existen otros pozos en las parcelas de nuestro alrededor, en el caso de ser afirmativa esta cuestión debemos medir la distancia entre ellos conforme a la situación ideada del pozo que construiremos.

Todos estos aspectos para la construcción de pozos de agua vienen regulados principalmente por el Real Decreto legislativo 1/2001 de 20 de julio que regula la Ley de Aguas. En su artículo 54 se recoge que el titular de un terreno está capacitado para el aprovechamiento de aguas pluviales o estancadas dentro de sus lindes, además de poder aprovechar aguas subterráneas con un límite de 7000 metros cúbicos anuales; capacidad suficiente estipulada para abastecer una finca pequeña, un chalet con huerto o jardín o una fábrica, etc. ya que básicamente estos son los usos más comunes tras la construcción de pozos.

Por su parte es el Reglamento de Dominio Público Hidraúlico el que se encarga de legislar la distancia mínima entre unos pozos y otros de nueva construcción; ésta será la que señale cada plan hidrográfico en cada comunidad u organismo que ostente las competencias. En caso de no existir plan alguno y para caudales inferiores a 0,15 litros por segundo la distancia mínima a respetar será de 10 metros en suelo urbano y 20 metros en suelo no urbanizable. Para aquellos casos en los que existan caudales superiores, dichos pozos deben estar declarados y con un consumo justificado, en estas condiciones la distancia mínima se fija en 100 metros.

Una vez conocidos estos requisitos mínimos, estamos en disposición de realizar la construcción de pozos oportuna en cualquier parcela. El primer paso para ello es registrar los formularios para los permisos oportunos. Estos formularios dependen de la demarcación hidrográfica donde nos encontremos ya que son estos organismos los competentes para la explotación y sobreexplotación de aguas subterráneas, vertidos y tasas y cánones para la construcción de pozos.

En el caso de obras menores para construcción de pozos, perforaciones y sondeos, son los ayuntamientos los que rigen las competencias y permisos.

Origen de los pozos para abastecimiento de agua

Según un dicho popular, los seres humanos no apreciamos o valoramos lo que tenemos, hasta que dejamos de tenerlo. Posiblemente y casi con total seguridad este dicho popular presente una verdad enorme.

Cuando un ser humano crece, existen cosas inamovibles, ciertos aspectos y materiales u objetos que damos por hecho, ciertos elementos que pensamos y realmente son esenciales, que por el simple hecho de su antigüedad o simpleza no valoramos correctamente, pero que si nos paramos a pensar que sería de nuestras vidas sin ellos, probablemente consideremos un problema su ausencia.

Uno de esos inventos de gran relevancia para el ser humano fue la construcción de pozos.

El ser humano desde sus primeros movimientos, ha necesitado el agua casi tanto como el aire que respira, además de sus propias necesidades de agua como persona, el agua era necesaria para el riego de los cultivos y satisfacer al ganado, cultivo y ganado del que el ser humano vivía. Gracias a la construcción de pozos el ser humano aumenta su disponibilidad de este bien natural por lo que ve en menor medida limitadas sus necesidades en cuanto a agua se refiere.

A raíz de la construcción de pozos mediante perforaciones en los estratos de la tierra, el ser humano comienza a tomar mayor independencia, ya que hasta entonces, solamente podía hacer vida en lugares cercanos a ríos, lagos y mares; siendo más o menos fértil la tierra de alrededor y disponiendo más o menos de animales para la caza, el agua era lo más esencial.

Una vez que el ser humano comienza la construcción de pozos, gracias a las perforaciones de pozos, cambia su vida, ya que le permite establecerse en un lugar concreto más rico en el resto de bienes naturales además de agua, como puede ser un cobijo, grandes cultivos etc.

No contentos con esto, el ser humano siguió dando vueltas a su nueva invención y decidió agrandar sus estancias, pero obviamente no iba a construir pozos cada 50 metros, además de la dificultad del transporte de agua, con lo que se comienzan a vislumbrar además de perforaciones de pozos, un sistema de canalización por el que mediante surcos en la arena o rocas el agua era llevada al lugar donde era necesitada.

Posteriormente conforme fueron mejorando la construcción de pozos, fueron mejorando los canales para transporte, usándose tubos de restos de ciertos árboles, como ocurría en China con bambú o en Egipto mediante palmeras.

Los restos más antiguos de perforaciones de pozos se encuentran en la antigua Persia, datando del siglo XII a.C.

Hoy en día este tipo de construcción sigue siendo muy útil en zonas rurales y de campos donde pasta el ganado y riego de cultivos. Como podemos observar, la construcción de pozosmediante perforaciones, cambió radicalmente la vida de nuestros ancestros y aún tras varios siglos, seguimos aprovechándonos de su sabiduría.